Si hay algo que detesto hacer en la vida, es planchar. ¿Hay algo más estresante en este mundo que planchar una camisa? No lo creo.
Si le das por un lado se arruga por el otro; el cuello y las mangas son imposibles. La ropa se quema, se mancha, se gasta. Y nunca nada queda perfecto.
Por eso, les propongo mi nueva filosofía: "La vida es demasiado corta para andar planchadito".
Vamos, nadie se va al cielo con ropa. Es momento de rebelarse, usar la ropa arrugada y ser más felices.
Este es un el rincon de tu casa donde todo se escribe, es el libro solar de Focult, el libro de arena de Borges, este soy yo siendo Pre-Socrático... un atisvo de postmodernismo barato
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